Así es como terminamos reservando en Bodega de los Secretos, dispuestos a dejarnos sorprender.
En una callecita oscura y tras bajar las escaleras del hall de entrada, se encuentra esta antigua bodega de mediados del siglo XVIII convertida en un maravilloso restaurante. Un tesoro oculto y abandonado que se salvó gracias a su rehabilitación y que hoy en día es, probablemente, la única bodega de estas características que se conserva en el centro de Madrid.
Es un espacio lleno de secretos. Está formado por varias galerías irregulares creando un laberinto. Todas las salas están cubiertas por increíbles bóvedas de ladrillo y llenas de detalles recuperados de la época.
Las grandes hornacinas de los pasillos utilizadas seguramente para situar las tinajas que contenían el vino, hoy son acogedores rincones para cenar en pareja.La cocina es mediterránea con toques creativos. Nos dieron una rica crema de melón nada más llegar y una cestita de pan con aceite para mojar (un detalle que siempre se agradece).
Tras mucho meditar, decidimos compartir la ensalada con queso de cabra, frutos rojos marinados y crujiente de parmesano. De segundo una ventresca sobre lecho de aguacate con vinagre de Módena, y el Rulo de rabo de toro con salsa de garnacha. El camarero nos dijo que había gente que iba unicamente para tomar el rabo de toro. No me extraña, ¡estaba increíblemente rico!
De postre acabamos con una sopa de fresón con helado de yogur.
El trato fue estupendo y el maître te da una ruta por el restaurante con explicación histórica si lo solicitas, ¡genial!
En resumen, un precioso ejemplo de arquitectura del Madrid subterráneo, un retorno al pasado y una lección de historia donde además, te dan de comer fenomenal.Dirección: C/ San Blas, 4
Tlf: 914 290 396
Web: www.bodegadelossecretos.com
Sin duda, es el lugar idóneo para sorprender.
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