02 marzo 2016

Chantarella

Este nombre quizás os suene a más de uno. Chantarella era un restaurante muy conocido en la calle Doctor Fleming, donde se comía muy bien pero con un aspecto antiguo y quizás un poco caro para ir a una comida informal.
Tras el cierre de ese local, el equipo decidió cambiarse de calle dentro del mismo barrio y montar un nuevo restaurante mucho más renovado y con precios más asequibles para todos.
Bajo el mismo nombre, han ocupado el espacio donde antiguamente estaba el restaurante Las Cumbres (conocido por toda la generación de nuestros padres), que luego pasó a un asiático llamado Tai Chi (¡me encantaba!), y que ahora los españoles han vuelto a adueñarse de él.
La verdad es que el sitio está muy logrado. Siempre me ha gustado mucho ese local porque tiene un ventanal enorme que da a una calle muy tranquila por la que apenas pasa gente, por lo que entra mucha luz y no te sientes observado ni distraído por los paseantes.
Nada más entrar, han puesto una barra rodeada de mesas altas donde se puede comer o tomar algo rápido de picoteo. Me encantó el detalle del suelo, creando formas geométricas con los azulejos. La decoración en esta sala es muy acogedora y sencilla, con sillas y taburetes aterciopelados rodeando las mesas de madera.
Tras unos paneles de madera entreabiertos se accede a la sala del comedor. Aquí encontramos mesas bajas con sofás corridos también de terciopelo y unos cuadros preciosos colgados de la pared. El suelo es de madera en este caso, las paredes claritas y con iluminación indirecta en algunas zonas. Al fondo han conservado el famoso Buda que presidía el antiguo restaurante, pero le han dado un toque más moderno para que esté acorde con el nuevo local.
En cuanto a la comida, ofrecen una amplia selección de platos de muy buena calidad a buen precio. Tienen la opción de degustar medias raciones y los platos son perfectos de cantidad.
En mi caso, fui con mi familia el sábado pasado. Éramos seis personas y, para los entrantes, nos dejamos aconsejar por el encargado. Pedimos las empanadillas de huevo con pisto manchego y aceite de trufa; el timbal de cus-cus con uvas y tarrina de foie caramelizada; y los mejillones en salsa con un toque picante. Todo espectacular, sobretodo la empanadilla de huevo con pisto.
De segundo fuimos poco originales y todos pedimos casi el mismo plato. Unos optaron por los raviolis de pato con escabeche de miel y piña fresca; y los demás el atún vuelta y vuelta con wok de verduras. Los segundo también exquisitos.
Aunque no nos quedaba mucho espacio para el postre, no nos pudimos resistir a su tarta de queso con gel de ciruelas al vino tinto; y la torrija pasiega con helado de pacharán.
Fue una comida súper agradable en un sitio que nos encantó por todo. El trato fue maravilloso y los platos estaban deliciosos. 
Además tienen menús especiales para grupos y una terraza que pondrán en verano súper apetecible.
Ya les dije que volveré ;)

Dirección: Av. Alberto Alcocer 32 (Entrada por calle Condes del Val)
Tlf: 910341384

¡Espero que os guste!
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