24 febrero 2016

Nuestra boda- Puesta a punto y preparación

¡Hola!
Lo prometido es deuda, y por fin os voy a contar todo lo relacionado con nuestra boda. Espero no enrollarme mucho, pero quiero enseñaros lo máximo posible y compartir con vosotros todo. 
Primero voy a empezar por lo anterior a la boda, que para nosotros fueron casi 12 meses de preparativos, en los que disfrutamos enormemente y nos lo pasamos pipa.
Evidentemente se puede organizar una boda en pocos meses, pero nosotros lo hicimos con tiempo, sobretodo porque queríamos que fuera en Junio, y Alejandro me pidió matrimonio el Junio anterior, así que no había otra opción ;) 
Os cuento paso a paso lo que fuimos eligiendo y cerrando:
El lugar: Tenemos la suerte de que mi familia tiene una finca privada preciosa bastante cerca de Madrid, a la que vamos muy a menudo  y en la que hemos vivido momentos inolvidables. Yo he pasado gran parte de mi infancia criándome en el campo, los caballos y los animales son parte de mi vida y el sentimiento de libertad que me da la naturaleza no lo siento en ningún otro lugar. Alejandro también ha disfrutado mucho ahí desde que nos conocimos, así que el sitio lo tuvimos claro desde el principio. 
La iglesia: Lo siguiente fue encontrar una iglesia cercana. Miramos varias en los pueblos de al rededor, pero la que más nos gustó fue la de Belmonte de Tajo. Es una iglesia en lo alto de la plaza del pueblo, con un patio precioso y sin coches cerca. Para mi era muy importante que tuviera una zona donde esperar sin ningún peligro para los invitados, o incluso con algún banquito para sentarse, y esta iglesia lo tenía. 
Por dentro es de piedra muy clarita, por lo que tiene una luz increíble y a la vez es muy acogedora. Nos enamoramos en cuanto la vimos y pegaba mucho con nosotros.
Además, en ese pueblo no hay apenas gente joven. Solamente había una boda en 2015 y era en Agosto, así que pudimos elegir fecha: el 13 de Junio.
Luego eso hizo que fuera el evento del año para la zona y que a la ceremonia no solo asistieran nuestros invitados, sino que vino todo el pueblo y los de al rededor, jejeje, pero fue muy divertido.
Una vez elegida la fecha, tocaba ponernos manos a la obra con la decoración, vestido, listas de invitados, etc... 
Por una parte, lo de casarte en tu propia casa es una ventaja enorme. No te imponen nada, puedes decorarlo todo como quieras y estás con tu gente todo el rato. Pero a la vez, está el inconveniente de que tienes que elegirlo TODO, controlarlo todo y estar detrás de cada detalle, porque no hay nadie que lo haga por ti. Por ese motivo y para evitar volvernos locos, decidimos contar con la ayuda de A-Típica. Mi hermano se había casado en el mismo sitio unos años antes, y ellas lo organizaron todo de maravilla, así que quisimos contar con su ayuda una vez más para que repitieran el trabajo adaptado a nosotros. Pero de la decoración y del resultado ya os hablaré más adelante ;)

El vestido y complementos: al principio reconozco que tuve un poco de cacao mental. Tenía muy claro lo que NO quería, pero me daba la sensación de que no había nada que sí que quisiera. Veía revistas y millones de fotos de trajes de novia y no me gustaba nada de nada. Es más, todo me horrorizaba... Aún así, sabía que tenía que ir a probarme cosas, aunque no fueran de mi estilo y aunque pensara que me iban a quedar fatal, pero luego te sorprendes mucho. Primero fui a probarme trajes hechos (Pronovias, Rosa Clará, Basaldúa, Laure de Sagazan, etc...). Es algo que recomiendo mucho porque, aunque tú creas que un vestido o un corte te favorece, los trajes en color blanco cambian totalmente. Yo, por ejemplo, no suelo llevar escote en la espalda, prefiero llevarlo por delante porque tengo poco pecho, pero el color blanco queda mejor más cerca de la cara para que te de más luz. Sobretodo si tu piel es muy clarita, como la mía. También te sirve para ver tipos de telas, de caídas, opciones de mangas que favorezcan a tu brazo... Es un mundo y aprendí mucho de cada visita. 
Una vez empecé a tener las ideas claras, quise buscar a una buena modista que me hiciera bien lo que yo había ido viendo. Visité a artistas como Navascués o Lorenzo Caprile que me proponían cosas preciosas, pero no terminaba de verme "yo" del todo. Hasta que visité a Teresa Palazuelo. La conexión y el entendimiento fue mutuo desde el primer momento. El equipo formado por la dulzura de Rocío y la profesionalidad de Teresa captó enseguida mi estilo, se adaptó perfectamente a mis gustos y supo crear el vestido de mis sueños. Hoy, más de 8 meses después de la boda, sigo enamorada del resultado. 
Al ser una boda en el campo, yo no quería que fuera de un blanco radiante ni que la tela de la falda fuera muy sensible por si se enganchaba con alguna ramita, pero ellas lo hicieron perfecto. El vestido estaba compuesto de dos partes. La parte de arriba era un cuerpo formado por un gipure suizo rebordeado con hilo de lino natural para dar variedad de tono y algo más de relieve. Mientras que la falda estaba formada por varias capas de organza, gasa y georgette para conseguir el mismo color que el cuerpo y el vuelo suficiente para una falda de novia.
Las mangas llagaban al codo y tenían el mismo bordado del cuerpo, pero con gasa por encima que dejaba asomarse el bordado.
Como velo llevé una mantilla en color blanco crudo que compró mi padre hace años y sujeta con una tiara antigua del revés a modo de broche. Acompañado de los pendientes que me regaló Alejandro en la pedida y el anillo de compromiso.
El resultado final es un vestido de corte romántico, muy vaporoso y juvenil, justo lo que yo quería.
De hecho, nos gustó tanto el resultado que mis hermanas pequeñas y mi madre también fueron vestidas por Teresa Palazuelo. El de mi hermana Ana era un vestido verde precioso con un hombro al aire. Le favorecía muchísimo y no podía estar más guapa. Por otro lado Laura, al ser diseñadora ella misma, colaboró en el diseño con la preciosa tela de rayas horizontales que le ofreció Teresa. El resultado fue un impresionante vestido sexy a la vez que elegante que le quedaba espectacular.
Mi madre se hizo una falda increíble y un cuerpo gris con chaquetita de tul preciosa y muy ligera. ¡Qué guapas iban las tres!

Peluquería: en este caso, si que lo tenía bastante claro. En mi día a día suelo llevar el pelo suelto, pero las novias con pelo suelto no me terminan de gustar del todo porque lo veo más informal. Por otro lado, envidio a las chicas que les queda bien el pelo recogido, los moños o las coletas pegadas, pero a mi me quedan fatal. Así que, cuando me recojo el pelo, me suelo hacer una trenza algo suelta, con la que me veo más favorecida. Esa fue mi elección. 
Para el peinado, varias personas me habían recomendado a Gemma Ledesma, me hice una prueba con ella y me encantó.
Elegimos una trenza de raíz muy favorecedora (o eso creo :) ), en la que apoyaba la tiara que sujetaba el velo. La hicimos de raíz para que, una vez terminado el cocktail en la boda, pudiera soltarme parte del peinado y llevar el pelo suelto a media cabeza (peinado favorito de Alejandro). De esa manera, yo iba a estar mucho más cómoda, me iba a ver más "yo" y, sobretodo, no se me iba a despeinar la trenza. Siempre, por muy bien que esté hecho el peinado, la gente te abraza, bailas, son muchas horas, etc, y te acabas despeinando sí o sí, y yo no quería verme despeinada al final de la noche. 
Maquillaje: en cuanto al maquillaje, me pasaba un poco lo mismo. Yo no me maquillo a diario, y cuando salgo simplemente me pongo rímel y colorete, por lo que teníamos que conseguir un maquillaje muy suave y que resaltara mis ojos azules. Fue Gemma la que también me maquilló y consiguió un resultado perfecto, que me aguantó toda la noche y con el que me veía muy natural y guapa :) 
Zapatos: desde que Olivia Palermo llevó los famosos zapatos azules en su boda, se ha puesto de moda llevar el calzado de otro color. Yo jamás me casaría con un tipo de vestido o peinado que estuviera de moda en ese momento, ya que al cabo de los años pensaría: ¿de qué iba disfrazada? Pero reconozco que en este caso, es algo que me pareció muy buena idea. El vestido de tu boda no te lo vuelves a poner, pero a mi me pareció genial poder llevar mis zapatos de boda en alguna otra ocasión especial y recordar ese momento. Por eso decidí ir a Lamarca a hacérmelos a medida y adaptados totalmente a mi pie. Yo tengo el pie muy fino y con mucho empeine, algo que me trae problemas siempre con los tacones. No tengo ninguno que me parezca cómodo, ¡y he probado de todo tipo! (si a alguien también le pasa, que me diga sitios donde comprar!). En Lamarca te hacen la horma totalmente para ti, te ponen almohadillas donde haga falta y te lo amoldan 100%. 
Mi elección fueron unos stilettos de 7.5cm de altura. Al principio pensaba que era un tacón bajo, pero es mejor que andes bien y aguantes toda la noche, a que vayas 3cm más alta.
Opté por un color verde azulado porque eran los tonos que me gustaban para mi ramo y para el resto de las flores de la decoración. Quedaron preciosos y aguanté con ellos toda la noche. De hecho, me compré unas alpargatas de novia preciosas en Castañer con cuña para cambiarme después, y no me hicieron falta. Ahora tengo los dos pares de zapatos para usar cuando quiera :) 
Traje Alejandro: aunque dicen que el novio pasa a un segundo plano en las bodas, yo siempre digo lo siguiente: si no hay novio, no hay boda, así que tienen la misma importancia :) . Para ese día, Alejandro se hizo el chaqué en Knack Men, con un chaleco color blanco-amarillento a juego con mi vestido y corbata verde a juego con el de su madre. ¡Iba guapísimo! 
Escogió unos zapatos de cordones negros, el reloj IWC que le regalé por la pedida y unos gemelos de su abuelo (que evidentemente después de la cena se cambió por unos personalizados de b4living que le hicimos ;) ).
Así es cómo íbamos vestidos los dos en el día más importante de nuestras vidas.
En el siguiente post os hablaré de toda la decoración, ceremonia, invitaciones, cena y fiesta.
¡Espero que os haya gustado!
P.D: Todas las fotos son de Liven Photography, que os hablaré de ellos en el siguiente post, y de los motivos que nos llevaron a elegirles. ¡Realizaron un trabajo increíble! Tanto es así que soy incapaz de elegir mis fotos preferidas... ¡Siento el bombardeo!
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1 comentario:

  1. Hola! Qué boda más bonita!!
    A mi también me pasa como a ti, con los pies. También suelo tener problemas, sobretodo en verano. Ya que las sandalias suelen ser muy planas y enseguida me duelen los pies de la suela. Ahora porque se lleva un poco de plataforma en toda la suela, pero sino siempre me costaba comprarme zapatos.
    Yo de verano tengo un par de PANAMA JACK, que son un poco caros pero que resultan muy bien. Para invierno no suelo tener tanto problema porque con los calcetines amortigua más.

    Felicidades por la boda!!

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