¡Hola!
Por fin es viernes, ¡qué rápido se me pasan las semanas! Esperemos que el fin de semana pase un poquito más despacio ;)
Hoy os voy a hablar de un restaurante que me cautivó desde que abrí la puerta de entrada. Es totalmente diferente a las últimas aperturas de la capital, quizás por eso es más especial y me llamó más la atención. Se trata de Barra Atlántica, y es una pequeña (muy pequeña) taberna moderna de los creadores de Abastos 2.0.
Estuvieron en 2014 en The Table by haciendo el ensayo general de lo que iba a ser su próxima apertura y, fue un exitazo. Abierto desde diciembre de 2015, ya son todas las noches las que este local se llena.
Nuestra visita era un poco a ciegas, una amiga había reservado ahí, fue una cena muy improvisada y no me dio tiempo a informarme a dónde íbamos. Lo primero que me llamó la atención de este pequeño espacio en Chueca fue lo lleno que estaba. La gente que no conseguía encontrar un hueco para cenar, se quedaba de pie tomando alguna bebida, simplemente por estar ahí. Las mesas para cenar son solamente dos: una baja corrida donde caben aproximadamente 14 personas, y una barra alta; las cuales funcionan por el sistema de turnos y desde donde se aprecia la barra donde preparan los platos.
Nosotros teníamos reserva en la mesa baja, y al principio nos pareció un poco incómodo el hecho de estar tan cerca de los de al lado, pero con la gente hablando, nadie se mete en tu conversación y no nos sentimos nada intimidados.
En cuanto nos sentamos, vino un simpatiquísimo camarero francés a explicarnos de qué se trataba la comida. Consiste en un menú cerrado de 25€ por persona que trae lo mejor de lo mejor en cuanto a pescado y marisco, y que varía en función del producto disponible diariamente.
Primero te traen un aperitivo para dos personas. Se trata de una combinación de moluscos: navajas al natural con un toque cítrico, berberechos con lima y mejillones con guacamole. A continuación sirven lo que ellos llaman "peixes nus", que se trata de una versión de tiradito del pescado del día, aderezado con ralladura de lima, jalapeño y pimiento. ¡Sabrosísimo!
Seguimos con mi plato favorito: una original empanada de pescado compuesta por dos obleas de masa crujiente con una merluza con cocción perfecta entre medias. Increiblemente increíble el sabor y un plato muy sorprendente.
Para terminar, sirven el pescado del día. En nuestro caso fue el jurel a la plancha (jamás lo había probado) aderezado con un escabeche, crema de cacahuete e hinojo. Buenísimo también.
Además, fuera del menú ofrecen otros productos de mar como zamburiñas, berberechos o almejas. Nosotros no nos pudimos resistir a las zamburiñas, que estaban exquisitas.
De postre con el menú venían unos gajos de manzana cocinada al vacío con un almíbar y acompañada de un toque de hierbabuena. Como nos quedamos con ganas de más, pedimos unas cañas rellenas de crema y estaban riquísimas.
Al acabar nuestro turno y tener que sentar a los siguientes, muy amablemente nos ofrecieron bajar a terminarnos la botella de vino a una sala que tienen para catas y reuniones. Allí estuvimos tranquilamente un buen rato terminando nuestra cena. Pasamos una velado muy agradable donde comimos fenomenal.
Sin duda es un sitio a tener en cuenta para cenas especiales porque probar esos productos cocinados de esa manera merece mucho la pena.
Os lo recomiendo enormemente, pero no os olvidéis de reservar con antelación.
Dirección: C/ Gravina, 17
Tlf: 619 15 57 94
¡Espero que os guste!
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