Parece mentira que, a escasos kilómetros de la ciudad, se encuentren pueblecitos y rincones con maravillosas vistas casi desconocidas.
Por ello, mi recomendación de hoy no se trata sólo de un restaurante, sino de toda la ruta hasta llegar a nuestro destino: Santa María de la Alameda.
Desde Madrid, hay varias maneras de ir, pero yo os aconsejo que cojáis la M-503, para pasar por el principio de la conocida como "Ruta Imperial". Una vez en Valdemorrillo, hay que girar a la izquierda hacia Navalagamella. Pasando por Fresnedillas de la Oliva y Robledo de Chavela, para finalmente, salirse un poco de la ruta y llegar a Santa María de la Alameda.
Es un trayecto de poco más de una hora, pero merece mucho la pena. Las vistas son impresionantes y los pueblos tienen mucho encanto.
A la vuelta os recomiendo bajar por la M-505, que hay vistas increíbles al Monasterio de El Escorial
Pero, para reponer fuerzas, nuestro restaurante de hoy es perfecto para eso. Precioso entorno, comida de calidad inmejorable y, ¡buen precio! ¿Qué más queremos?
Se llama Restaurante Santa María y el pueblo se encuentra cerquita de Ávila.
Ahora que hace buen tiempo, tiene una terraza preciosa refugiada de la carretera, por donde puede sorprenderte alguna vaca de vez en cuando dando un paseo.
Su cocina ha pasado por varias generaciones, para finalmente llegar a manos de Pablo Barreda, quien ha pasado por los fogones de importantes restaurantes como el del Hotel Ritz o Príncipe de Viana.
Por lo que él se encargará de que tu estómago quede satisfecho ;-)
La carta es tradicional española con toques modernos. Hay desde morcilla, croquetas y boletus, hasta timbal de salmón o rollitos de cabrito, ¡todo buenísimo!
Recomiendo la ensalada de berros. Los cogen directamente del campo de enfrente y son únicos por su tamaño y por su sabor. Realmente exquisita.
Además de la ensalada, los boletus están buenísimos también, igual que la morcilla, las croquetas... Lo mejor es dejarse aconsejar por ellos, que dependiendo de los que seais, os recomendarán una cosa u otra.
El rollito de cabrito es una de sus especialidades y es una mezcla de sabores que te dejarán con ganas de más.
Los postres también son una maravilla. Nosotros pedimos el clásico coulant de chocolate ¡con helado de Violeta! y tarta de manzana con crema, ¡buenísima también!
Tienen una bodega bastante amplia y muchos tipos de alcohol (¡más de 100 creo recordar que nos dijo!).
El interior también es bonito y muy tranquilo, pero donde mejor se está es en la terraza.
En cuanto al precio, todo depende del vino que elijas, pero con uno normal, no llega a 30€ persona (entrantes, plato, bebidas, vino y postres). No está nada mal, ¿verdad?
Un lugar muy completo donde coger fuerzas para continuar la excursión. Pero, sobretodo, la visita a este restaurante no sólo se trata de disfrutar de las preciosas vistas que ofrece, sino de comer buena calidad en mitad del campo.
Espero que os haya gustado y que os animéis a hacer esta excursión, os aseguro que merece mucho la pena.
Dirección: Avenida Rey Don Juan Carlos I, 23. Santa María de la Alameda, Madrid
Tlf: 918999006
¡A disfrutar de recién llegada primavera!
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