Paseando por Monte Esquinza, me llamó la atención un enorme ventanal con fachada de madera. No dudé en entrar, pedir información, y reservar mesa para una cena unos días más tarde.
Allí me planté con varios amigos y con muchas ganas de pasar una buena noche.
Macarela es un local diáfano recién abierto. Se compone de dos plantas con un enorme olivo en medio que ocupa toda la doble altura. El piso de arriba rodea al de abajo y la decoración es muy sencilla. Mesas de madera sin mantel, sillas combinadas, cuerdas y olivos por todos los lados.
La vajilla es preciosa y hace referencia al sur, donde tienen sus raíces. Esto también se ve reflejado en su carta, que está compuesta por tapas gaditanas muy apetecibles y muy ricas.
Nosotros pedimos pulpo de roca, puntillitas fritas, micuit de foie de pato, rabo de toro deshuesado y ensalada Payoyo. De algunos platos optamos por medias raciones para dejar hueco para la tarta de Oreo y la de limón. ¡Qué bueno estaba todo!
El trato fue buenísimo, el sitio estaba súper animado y lo pasamos fenomenal. Para una cena, comida, o caña con amigos es perfecto.
Dirección: C/ Monte Esquinza, 39
Tlf: 915 99 11 29
Página de Facebook: Macarela
Espero que te guste.
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