Por eso aprovecho esta época del año, en la que el blanco puede ser el protagonista en muchas ciudades, para hablaros sobre este estilo que cada vez coge más fuerza en el interiorismo.
El principal objetivo es conseguir luminosidad. Debido a que la luz escasea en la mayoría de los meses en estos paises, con este estilo se intenta crear espacios lo más abiertos y sencillos posibles.
Por supuesto, debe predominar el color blanco o tonos suaves, adornado con maderas naturales, un toque de negro y gris.
Ten en cuenta que los colores claros reflejan más la luz natural que los oscuros, por lo que, si utilizas alguna alfombra o madera para los suelos, no te olvides de pintar las paredes lo más claras posibles. Si por el contrario, tienes ventanales, sácales partido (cortinas ligeras) para aprovechar la luz natural al máximo.
En cuanto a los complementos, utiliza detalles naturales como taburetes de troncos, mesas de madera natural y sillas, mezclados con detalles textiles de algodón o lino en tonos neutros con algún estampado sencillo.
Mi toque preferido es darle un punto envejecido/vintage a los muebles para crear personalidad y aspecto rústico. Lo puedes hacer tú mismo con la técnica decapé o con betún de judea, ¡es fácil!
Para terminar, ponle flores o ramitas para que el espacio transmita vida, y alguna alfombra de pelito o unas cuernas en la pared. ¡Listo!
¿Qué os parece? ¡A mí me encanta!
En Kenay Home tienen un montón de muebles y detalles de madera que encajan perfectamente en este estilo. ¡Aprovecha que están de rebajas!
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