Don Paco, como llamaban a su dueño, se dedicó a viajar por varios paises durante 17 años. A la vuelta a Madrid, decidió abrir este restaurante, con planes de ser el primero de una cadena llamada Frank Food Management.
Este grupo se diferencia de los demás en que no sólo se fijan en la cocina, sino en las sensaciones globales que transmite la gastronomía. Por eso, quisieron que ir a Mr Frank fuera toda una experiencia. Y lo es.
El local tiene dos zonas: la parte de arriba con enormes ventanales que dan a la calle. La originalidad de la decoración es lo que más me gustó. Mezcla lo industrial con lo rural, donde predominan las maderas (en especial los pallets) y las plantas.
Por otro lado, la parte de abajo es una cueva (literalmente) con ventanas altas a la calle. Esta es, sin duda, una gran obra arquitectónica gracias a que es una de las pocas cuevas con luz natural en Madrid. En ella hay una barra donde tomar copas, pero también mesas para tomar algo.
Ojo al detalle de las macetas convertidas en lámparas. ¡Me chifla!
Además, bajando todavía más escaleritas, se encuentra el reservado, con capacidad para 10 comensales y una mesa de madera, ¡antiquísima!
La carta la componen una serie de platos originales, como por ejemplo el salmorejo de cereza (obligatorio probar), el delicioso tataky de atún rojo con mayonesa de soja, o el magret de pato.
El trato buenísimo, la comida exquisita y el precio más que asequible, hicieron que tuviera una grata experiencia. Os recomiendo que vayáis, aunque sea para ver la decoración y el maravilloso contraste de la madera con el ladrillo. ¡Os encantará!
Dirección: C/ Jovellanos, 6
Tlf: 914 20 45 54
¡Espero que os guste!
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