El último restaurante del que os hablé era un japonés, así que aprovecho para continuar con este tipo de gastronomía y contaros mi experiencia en Sushita Café.
La semana pasada visité por fin el último establecimiento de la cadena. Llevaba tiempo queriendo ir a alguno de los anteriores, pero no encontraba la ocasión. Finalmente, el martes pasado estaba con Alejandro por la zona a la hora de la comida, y decidimos probarlo pensando que habría menos gente que durante el fin de semana. Estaba totalmente lleno, pero afortunadamente se les acababa de quedar libre una mesa para dos en el piso de arriba.
Sushita os sonará de haber visto corners de sushi en centros comerciales, o incluso dando de comer a los invitados en algún cátering. Esto es porque la empresa que lleva este nombre, fue creada en 1999 ofreciendo comida japonesa por todo el país e incluso cursos para aprender a prepararla.
En 2015 y tras el éxito de sus platos, decidieron abrir los dos primeros restaurantes de la franquicia, bajo el nombre de Sushita Café. Fueron prácticamente simultáneos y se sitúan en la calle Alberto Aguilera y en el centro comercial Parquesur.
Un tiempo después, decidieron apostar más alto y abrieron el último hasta la fecha y el más grande.
El local ocupa la esquina que hace la calle Miguel Ángel con General Martínez Campos, y han aprovechado ambas fachadas para hacer un gran ventanal. Por este motivo y gracias a su doble altura, nada más entrar se aprecia un restaurante muy amplio y agradable.
La zona de la entrada cuenta con un espacio con mesas bajas, sofás y mucha vegetación rodeando la enorme barra donde preparan cada plato al momento. Del alto techo cuelgan unas preciosas lámparas rústicas y algunos detalles dorados aportan un toque de sofisticación creando un ambiente único.
Tras bordear el salón de abajo, subimos unas escaleras para acceder al piso de arriba, el cuál tiene un balcón que asoma sobre la planta baja. Esta zona es más pequeña y algo más oscura, pero la decoración sigue en la misma línea y el espacio sigue siendo muy agradable.
No contentos con eso, ahora sus dueños han incluído el agua alcalina para la cocción del arroz ya que ayuda a neutralizar los niveles de ácido en el organismo; sirven noodles hechos a mano y arroz ecológico. Esto crea una carta compuesta de comida artesanal y dividida en entrantes, ensaladas, noodles, sushi, tartares y especialidades, para estar a gusto de todos sus comensales. La carta de los tres restaurantes varía en varios platos, y se cierran con postres artesanales deliciosos.
Nosotros pedimos los dumplings de pollo y gambas; la ensalada de tataki de salmón con algas y salsa japonesa; los noodles con langostinos al curry; y el rollo spicy tuna. Todo estaba muy rico, pero lo que menos nos gustó fueron los dumplings. Creo que comparado con los demás, fue el plato más normalito. No tuvimos tiempo para el postre porque había que volver rápido al trabajo, pero volveré a probar el "apple crumble" o lo pediré en su córner take-away para disfrutarla en casa.
Nosotros pedimos los dumplings de pollo y gambas; la ensalada de tataki de salmón con algas y salsa japonesa; los noodles con langostinos al curry; y el rollo spicy tuna. Todo estaba muy rico, pero lo que menos nos gustó fueron los dumplings. Creo que comparado con los demás, fue el plato más normalito. No tuvimos tiempo para el postre porque había que volver rápido al trabajo, pero volveré a probar el "apple crumble" o lo pediré en su córner take-away para disfrutarla en casa.
Lo mejor fue que nos salió muy bien de precio y que, a pesar de estar completamente lleno, el servicio fue muy rápido y no tuvimos que esperar nada para que nos trajeran los platos.
Ahora que sé cómo es y que me gustó tanto, volveré.
Dirección: C/ Miguel Ángel, 11
Tlf: 918 280 204
Web: www.sushitacafe.es.
¡Espero que os guste!
Ahora que sé cómo es y que me gustó tanto, volveré.
Dirección: C/ Miguel Ángel, 11
Tlf: 918 280 204
Web: www.sushitacafe.es.
¡Espero que os guste!
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