Hoy os traigo un restaurante de esos que te sorprende. De esos en los que entras con pocas expectativas y sales deseando volver. Creo que muchas veces (o la mayoría), es más importante que el comensal tenga una experiencia. Yo valoro que me traten bien, que me sorprendan con algo diferente y que las horas ahí se pasen como si fueran minutos. Eso es lo que nos pasó en Soy Kitchen.
Fuimos a cenar todos los hermanos, y el restaurante fue elegido por mi hermana mayor. Ella ya había estado hacía unos meses, y le gustó tanto que quiso volver con nosotros. Nos avisó un poco del panorama, pero en persona nos impresionó más.
Se encuentra en la Plaza de los Mostenses. Por fuera no vale nada, parece un bar antiguo y pasa muy desapercibido. La planta a pie de calle es casi como una tasca, en la que sirven alitas de pollo y buena cerveza, pero en la planta de arriba nos esperaba la sorpresa.
Junto a un salón un poco mejor decorado y con pocas mesas, se encuentra el reservado. Nosotros eramos once personas, así que este cuarto era perfecto para nosotros. La decoración no es gran cosa, pero el espacio es agradable y acogedor.
Una vez sentados, apareció el chef, un chino de Hong Kong llamado Jongping Zhang pero que se presenta como Julio. Nos dijo que no había carta y que los platos los elaboraba según le apetecía. Nos preguntó por alergias e intolerancias, sobre nuestro gusto por el picante y nuestras preferencias entre la carne o el pescado. Tras su visita, nos empezaron a traer entrantes para compartir. Eran recetas de diferentes países asiáticos y la verdad es que todos estaban espectaculares. Una simpática camarera nos explicaba los ingredientes de cada plato y nos enseñaba el procedimiento para comerlos.
A medida que iba avanzando la velada, estuvieron muy atentos con nosotros y, más tarde, Julio volvió para preguntar como íbamos de apetito por si queríamos más entrantes o si estábamos listos para el plato principal. Nos ofreció un par de langostas y un pulpo que, después del éxito que tuvieron los entrantes, nos dejamos aconsejar y esos fueron nuestros segundos plantos.
En cuanto a los postres, no podíamos esperar mucho de un restaurante asiático porque nos trajeron helados de todo tipo de sabores. Eso sí, ¡volaron como el resto de la comida!
Fue una experiencia buenísima y lo pasamos fenomenal. Volveremos seguro, con qué nos sorprenderá Julio la próxima vez?
Dirección: Plaza de los Mostenses, 4
Tlf: 915 48 88 79
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