Este año he optado por cogerme las vacaciones en Julio y en Septiembre. Agosto en Madrid no me disgusta del todo y en Julio pude disfrutar de un viaje alucinante (el de Septiembre ya os lo contaré). El destino fueron varios destinos del mar báltico. Teníamos 8 días y planeadas 6 ciudades, las cuales terminaron siendo 7 por un problema en la conexión de vuelos.
Creo que ha sido de los mejores viajes que he hecho en mi vida y, aunque era cansado, me encantó todo lo que vimos.
La ruta elegida fue la siguiente:
1- Bruselas: la idea era volar desde Madrid a Estocolmo, con escala en Bruselas. El primer avión se retrasó y perdimos el segundo, por lo que tuvimos unas horas para visitar la ciudad. Hay un tren desde el aeropuerto que te lleva al centro en 30 minutos. Paseamos por sus preciosas callecitas del centro y comimos los clásicos "moules (mejillones)con patatas fritas" en la Grand Place frente al ayuntamiento, con una preciosa arquitectura medieval. ¡Nos encantó!
2- Estocolmo: yo ya había estado, pero en Febrero y ahora en verano parecía una ciudad totalmente diferente. Tiene muchas cosas que ver, tiendas donde comprar muebles de diseño nórdico que tanto me gusta, restaurantes con una iluminación muy cuidada, parques preciosos, etc... Me gustó más que la otra vez, ya que del frío que hacía no se podía casi salir a la calle, pero también es precioso ver los canales helados, por los que a veces se conoce a la ciudad como la Venecia del Norte.
Nos quedamos ahí una noche, en el hotel Radisson Blu Strand, que está justo encima del lago y tiene unas vistas impresionantes. Salimos a cenar a Riche, el restaurante donde se reúnen los suecos más guapos/as y donde comimos fenomenal.
Al día siguiente embarcamos en el crucero que iba a ser nuestra casa flotante durante los próximos días, rumbo a Tallín.
3- Tallín: si no fuera porque fue donde se celebró Eurovisión hace unos años, esta ciudad dejó de tener importancia para mí desde el colegio cuando me aprendí que era la capital de Estonia. Grave error... ¡ALUCINÉ! No me esperaba para nada el encanto que esta pequeña ciudad podía tener. Un montón de callecitas empedradas y casitas de colores con tejados puntiagudos la componen. Sus murallas permanecen intactas y mercados medievales llenan de gente el centro.
Como dato curioso, en la Plaza del Ayuntamiento se encuentra la farmacia más antigua de Europa. Está abierta desde 1422 y es muy curioso visitarla.
En unas horas la recorrimos y vuelta al barco para el siguiente destino.
4- San Petersburgo: a la mañana siguiente amanecimos en la primera parada de Rusia. Tenía muchas ganas de conocer esta ciudad, ya que había oído y leído que era impresionante, pero me decepcionó un poco... Suele pasar cuando tienes las expectativas tan altas, pero en este caso creo que fue porque me lo imaginaba diferente. Si que es verdad que los monumentos de la ciudad impresionan pero debido al comunismo, las calles y zonas menos turísticas, están muy decadentes...
Aún así, no te puedes perder la iglesia de San Salvador, la catedral de San Isaac o la plaza de palacio, donde se encuentra el museo Hermitage, uno de los más grandes del mundo.
Por la noche, y aprovechando que era mi cumpleaños, fuimos a ver el ballet en el teatro Mariinsky. No tengo palabras para definirlo... Hay que ir por lo menos una vez en la vida (o dos, o tres...)
Museo Hermitage al fondo
Interior de una sala del museo Hermitage
5- Moscú: a las 6am cogimos un tren a Moscú. Ya que estábamos en Rusia, no podíamos desperdiciar la oportunidad de visitar su capital. El tren duraba 3 horas y sobre las 10 ya estábamos allí. Es alucinante la mezcla de estilos arquitectónicos y las dimensiones de sus avenidas y construcciones. Lo que más me gustó fue visitar la plaza Roja, donde se encuentra la famosa catedral Catedral de San Basilio, el museo Nacional de Historia y muy cerquita de la muralla, que incluye las torres del Kremlin. El metro merece la pena cogerlo para ver la diferente arquitectura de sus paradas y sus preciosas lámparas.
Plaza roja con el museo de Historia
6- Peterhof: para el último día en San Petersburgo, fuimos a ver el palacio de Peterhof, en el golfo de Finlandia, a unos 30km de San Petersburgo. Se accede en barco desde la ciudad y lo llaman el "versalles ruso". Eso sí, yo lo siento por los franceses, pero Versalles se queda MUY corto al lado de este... Es realmente impresionante. Si vais un par de días, recomiendo ir a visitarlo, merece mucho la pena pasear por sus jardines e imaginar la vida en esos interiores.
7- Helsinki: ya empezamos la vuelta, y la primera parada fue la capital finesa. Tiene cierto parecido a Estocolmo por arquitectura y calles, pero en tema de diseño, me atrevería a decir que son el número uno. Tienen hasta un barrio dedicado única y exclusivamente a tiendas y estudios de diseño, en el que viven los artistas y donde puedes encontrar de todo. El puerto pesquero es una monada y la carne de reno es la especialidad.
Catedral luterana de Helsinki
Iglesia de Temppeliaukio, construída dentro de una roca
8- Copenhague: después de navegar durante todo el día, nuestras últimas horas las pasamos en Copenhage. Una ciudad con mucho encanto por sus canales, barquitos y centro histórico.
Me llamó mucho la atención la disposición de las casas de la familia real. Viven todos al rededor de una plaza, donde cada palacio tiene la forma circular que la componen.
La sirenita es mucho más pequeña de lo que parece y Noma, el que dicen que es el mejor restaurante del mundo, por fuera deja mucho que desear (por dentro no puedo opinar porque estaban cerrados por vacaciones).
Canales de Copenhague
Esa misma tarde volvimos a Madrid con mucha información que asimilar y muchas imágenes que procesar.
En nuestro caso fue un viaje familiar que hicimos a bordo de un crucero en el que iban otras 200 personas. Si tenéis oportunidad hacedlo porque la entrada a los puertos durante el amanecer y los atardeceres interminables de los países nórdicos es de las cosas más bonitas que he visto nunca.
Puesta de sol en San Petersburgo
¡Espero que te haya gustado y que te animes a visitar estas preciosidades!
Pronto hablaré de mi siguiente destino, pero mientras tanto, puedes ver otros viajes que he hecho recientemente como a Marruecos, La Rioja, Londres , Suiza o París.
P.D: Si quieres más información sobre una ruta gastronómica por Estocolmo y Copenhague, os recomiendo este post de mi cuñada Cristina Oria: vacaciones en Estocolmo y Copenhague.
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