El fin de semana pasado teníamos una comida con mis suegros y me pidieron que eligiera un sitio para ir a comer el domingo. Hay muchos restaurantes entre los que elegir, pero si buscas un sitio tranquilo, bonito, donde se coma bien y que encima sea nuevo, las opciones se reducen.
Para ese caso, les habría llevado al de mi cuñada Cristina Oria, pero todavía no estaba abierto (abre hoy miércoles y tenéis que ir, ya os contaré más detalles ;) ).
Para ese día ee me ocurrió Hermosos y Malditos porque, aunque no había estado y era un poco arriesgado, confiaba en que los chicos de Better lo habían hecho bien con esta propuesta, igual que cada proyecto que hacen (The Hovse, The Table by, etc...).
Así fue, nos gustó mucho todo.
Para empezar, la decoración está inspirada en los locos años 20. El nombre del restaurante viene de la novela de Francis Scott Fitzgerald, en la que narra la historia de unos jóvenes aristócratas de esa época. Ese estilo de vida, más relajado y adaptado a nuestros días, es el que quieren transmitir a sus comensales.
Se compone de dos zonas. Una es el restaurante y otra la parte de coctelería. En el luminoso comedor, la decoración es más sencilla, con discretas mesas y sillas de madera, tapicerías en colores tierra y una preciosa vajilla diseñada por vajillas Ultramar para este proyecto.
Por otro lado, la coctelería tiene un ambiente cálido y más recargado. Predomina el terciopelo en las tapicerías mezclado con un precioso papel pintado y una barra llena de bebidas adornada con un enorme cristal y vegetación a ambos lados.
Cuando llegamos los seis, nos sentamos en la mesa que nos habían reservado al lado de una de las ventanas y nos tomó las bebidas uno de los camareros. Me llamó también la atención su uniforme, ya que todos iban con chalecos y pajaritas, muy ambientados en la época.
Después de eso nos tardaron bastante en traer la carta, y nos dio la sensación de que el servicio iba a ser lento, pero luego no fue así.
La carta no es muy extensa, y yo a veces lo agradezco porque así no me cuesta tanto elegir. Se compone de comida mediterránea pero con un punto sofisticado que lo hace original y sorprendente. Predominan las recetas saludables haciendo un guiño a la comida casera de toda la vida.
Nosotros elegimos tres platos para compartir: espeto con mayonesa ligera; ensalada de lentejas con foie a la plancha (muy buena y original); y huevos con patatas y setas (nada que ver con lo que te viene a la cabeza sobre este plato).
Los segundos fueron: pasta fresca con trufa; pechuga de pollo de corral; chipirones sin su tinta; y 1kg de solomillo que estaba fuera de carta. Todo estaba muy muy bueno y salió perfecto de tiempo.
De postre elegimos la tarta casera de ese día, que era una tartaleta de vainilla con fruta y estaba buenísima; y el yogurt con frutos rojos.
Salimos todos muy contentos, estuvimos muy cómodos y el servicio fue buenísimo.
Además sirven desayunos desde las 7.30 de la mañana y cocktails a partir de las 18.00h.
Sin duda, merece la pena ir a conocerlo, seguro que os gusta.
Dirección: Hotel Tótem. C/ Hermosilla, 23
Tlf: 91 109 14 41
Web: www.hermososymalditosmadrid.com. Se puede reservar a través de la página web.
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