23 noviembre 2016

Hermosos y Malditos

El fin de semana pasado teníamos una comida con mis suegros y me pidieron que eligiera un sitio para ir a comer el domingo. Hay muchos restaurantes entre los que elegir, pero si buscas un sitio tranquilo, bonito, donde se coma bien y que encima sea nuevo, las opciones se reducen.
Para ese caso, les habría llevado al de mi cuñada Cristina Oria, pero todavía no estaba abierto (abre hoy miércoles y tenéis que ir, ya os contaré más detalles ;) ).
Para ese día ee me ocurrió Hermosos y Malditos porque, aunque no había estado y era un poco arriesgado, confiaba en que los chicos de Better lo habían hecho bien con esta propuesta, igual que cada proyecto que hacen (The Hovse, The Table by, etc...).
Así fue, nos gustó mucho todo.
Para empezar, la decoración está inspirada en los locos años 20. El nombre del restaurante viene de la novela de Francis Scott Fitzgerald, en la que narra la historia de unos jóvenes aristócratas de esa época. Ese estilo de vida, más relajado y adaptado a nuestros días, es el que quieren transmitir a sus comensales.
Se compone de dos zonas. Una es el restaurante y otra la parte de coctelería. En el luminoso comedor, la decoración es más sencilla, con discretas mesas y sillas de madera, tapicerías en colores tierra y una preciosa vajilla diseñada por vajillas Ultramar para este proyecto.
Por otro lado, la coctelería tiene un ambiente cálido y más recargado. Predomina el terciopelo en las tapicerías mezclado con un precioso papel pintado y una barra llena de bebidas adornada con un enorme cristal y vegetación a ambos lados.
Cuando llegamos los seis, nos sentamos en la mesa que nos habían reservado al lado de una de las ventanas y nos tomó las bebidas uno de los camareros. Me llamó también la atención su uniforme, ya que todos iban con chalecos y pajaritas, muy ambientados en la época.
Después de eso nos tardaron bastante en traer la carta, y nos dio la sensación de que el servicio iba a ser lento, pero luego no fue así.

La carta no es muy extensa, y yo a veces lo agradezco porque así no me cuesta tanto elegir. Se compone de comida mediterránea pero con un punto sofisticado que lo hace original y sorprendente. Predominan las recetas saludables haciendo un guiño a la comida casera de toda la vida.
Nosotros elegimos tres platos para compartir: espeto con mayonesa ligera; ensalada de lentejas con foie a la plancha (muy buena y original); y huevos con patatas y setas (nada que ver con lo que te viene a la cabeza sobre este plato).
Los segundos fueron: pasta fresca con trufa; pechuga de pollo de corral; chipirones sin su tinta; y 1kg de solomillo que estaba fuera de carta. Todo estaba muy muy bueno y salió perfecto de tiempo.
De postre elegimos la tarta casera de ese día, que era una tartaleta de vainilla con fruta y estaba buenísima; y el yogurt con frutos rojos.
Salimos todos muy contentos, estuvimos muy cómodos y el servicio fue buenísimo.

Además sirven desayunos desde las 7.30 de la mañana y cocktails a partir de las 18.00h.

Sin duda, merece la pena ir a conocerlo, seguro que os gusta.

Dirección: Hotel Tótem. C/ Hermosilla, 23
Tlf: 91 109 14 41
Web: www.hermososymalditosmadrid.com. Se puede reservar a través de la página web.
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16 noviembre 2016

Pointer

Probablemente la palabra "pointer" ya no os recuerde a esa preciosa raza de perro que tanto se usa en las cacerías, sino que ahora hace que se nos venga a la cabeza el nuevo restaurante de moda de Madrid.
Nos pasó con la palabra Teckel hace un año y ahora, sus mismos dueños han decidido aventurarse en un nuevo local, más grande, con mejores vistas y para todos los gustos.
El espacio es una pasada. Está situado en plena plaza de Colón y pegado al famoso Habanera. Todo el diseño lo ha realizado María Villalón Puras, decoradora también de la terraza de Teckel, y le ha quedado impresionante.
Consta de dos plantas con distintos ambientes para cada momento del día. La primera está a pie de calle y cuenta con una terraza integrada gracias a sus enormes cristaleras. En esta zona hay mesas para todos los gustos y los fines de semana se convierte en lugar de copas hasta las 2.30am. con muy buen ambiente y perfecto para tomarse la primera copa.
La planta de arriba es más tranquila. También hay mesas de todo tipo y las del centro están separadas por unas chimeneas de gas que crean un efecto cálido precioso.
Toda la decoración tiene un estilo neoindustrial que nos recuerda perfectamente a cualquier local de moda es Brooklyn. Paredes de ladrillo visto, instalaciones al aire, mesas de madera sin mantel, vegetación, suelos combinados y tapicerías originales son algunos de los elementos que han colocado a Pointer directamente en la lista de los restaurantes más populares de la capital.
Pero no todo es decoración, la comida también es importante y aquí no pasa desapercibida.
En nuestro caso, fuimos seis personas y decidimos pedir todo para compartir. Nada más llegar nos trajeron un rico aperitivo formado por una crema de queso vietnamita y chips para mojar.
Seguido de ello, nuestra selección de platos fue: ensaladilla pointer; quinoa con gamones; mix de croquetas (de pollo y de picadillo); pizza de porchetta; langostinos tempurizados; y tortilla de patata. Todo estaba muy muy rico, pero lo que menos nos gustó fue la quinoa, ya que sabía demasiado a limón para mi gusto.
De postre optamos por el cronut de Nutella relleno de crema de Oreo (un poco empalagoso para mí pero, si eres goloso, te encantará); el pie de limón; y un helado combinado de dos bolas.
Como veis, la carta es bastante internacional y podemos encontrar desde una merluza con almejas hasta sushi, pasando por platos enfocados a gente con inquietudes y que está dispuesta a dejarse sorprender.

En resumen, tienes que ir a Pointer, te va a gustar mucho en todos los aspectos.

Dirección: Marqués de la Ensenada, 16
Tlf: 910 52 69 28

P.D: Si eres fan de la comida mexicana, te animo a probar otro de los restaurantes de algunos de los dueños de Pointer. Se llama Cherry Pecas y no te defraudará. Yo no he ido, a Teckel tampoco, pero no dudo en que estarán ambos bien ;) 
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03 noviembre 2016

Fonty Bistró

Probablemente os suene este nombre, ya que Fonty lleva tiempo triunfando  en el barrio de Salamanca. 
Hace un par de años os hablé de mi experiencia en su obrador de la calle Castelló. Allí sirven exquisitos postres de inspiración francesa y platos semifríos que son conocidos por toda la capital.
Pero hoy os quiero hablar del nuevo local que han abierto en la calle Juan Bravo.
Siguiendo un poco la línea de su marca, han creado un espacio informal cuya decoración me recuerda a un bistró neoyorquino. Es el lugar que han elegido para demostrar que no sólo hacen bien las cosas de repostería, sino que tienen mucho que ofrecer para la hora de la comida, del afterwork y de la cena.
A diferencia del primer espacio, en este han optado por colores más oscuros y materiales más duros como el metal, la piedra e incluso el cemento y hormigón pulido. Lo que no podía faltar en el suelo son sus peculiares baldosas que tanto les representa en ambos espacios.
En cuanto a la comida, aquí han arriesgado creando platos de diferentes culturas y puedo decir que han triunfado.
Su carta es fácil, no es excesivamente grande y mezcla bastantes ingredientes apetecibles para todo el mundo.
Nosotros pedimos todo para compartir y, como siempre, nos dejamos recomendar por el encargado.
Para empezar elegimos el pollo en adobo de cinco especias chinas sobre cogollos y crujientes fideos de arroz; los wontons de cerdo con salsa picante de cacahuetes; y las samosas de patatas y guisantes con salsa de yogurt y cilantro. Después nos decantamos por el tartar de atún rojo con aguacate y crema de chipotle; y terminamos con dos de sus postres exclusivos realizados en su obrador: el de chocolate con plátano y el de chocolate blanco con maracuyá. 
Estaba todo increíblemente bueno y nos sorprendió mucho el resultado de la mezcla de algunos ingredientes. 
Son platos sanos, realizados en el momento y muy ricos para una cena informal. Además, los postres los van cambiando de vez en cuando y te puedes levantar a elegirlos del mostrador.
Desde ese día ya se lo he recomendado a varias personas porque nos pareció un lugar muy fácil, agradable y, sobre todo, muy rico.

Dirección: C/ Juan Bravo, 41
Tlf: 911 38 86 46

¡Espero que os guste!
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