¡Hola!
Ya estamos de vuelta de nuestra ruta por Estados Unidos y, tal y como os prometí, os voy a contar todos los detalles de estas dos maravillosas semanas.
Llevábamos tiempo queriendo hacer este viaje. Vivir la América profunda era uno de nuestros sueños y por fin lo hemos hecho. De hecho, fue nuestra primera opción de destino para la luna de miel, pero al ser un viaje bastante aventurero, decidimos sustituirlo por Japón y Maldivas, y dejar este para nuestro primer aniversario.
La verdad es que volvemos encantados. Ha sido muy muy divertido, hemos visto justo lo que queríamos y, a pesar de ser agotador, lo volveríamos a empezar ahora mismo.
Como eran sitios bastante desconocidos, hemos contado con la ayuda de Mundo Expedición para que nos recomendaran los mejores destinos sin correr ningún peligro. Nos lo han organizado fenomenal y sin duda contaremos con ellos para el próximo viaje.
Como eran sitios bastante desconocidos, hemos contado con la ayuda de Mundo Expedición para que nos recomendaran los mejores destinos sin correr ningún peligro. Nos lo han organizado fenomenal y sin duda contaremos con ellos para el próximo viaje.
Han sido dos semanas y dos rutas muy distintas, así que en este post os voy a contar la primera.
Salimos de Madrid un viernes, dirección a nuestro primer destino:
NUEVA ORLEANS:
NUEVA ORLEANS:
Allí cogimos un coche de alquiler y fuimos hasta el centro.
La ciudad es muy curiosa y tiene bastantes cosas que ver, pero nuestros vuelos se retrasaron y perdimos medio día, por lo que tuvimos que aprovechar a tope las 24h que teníamos.
Cosas que ver:
- The National WWII Museum: cuenta la historia vivida por los americanos durante la segunda guerra mundial y cómo cambió el mundo. Es muy interesante y está muy bien organizado.
- French Quarter (barrio francés): recomiendo pasear por este barrio, que es el más antiguo de la ciudad. Es una monada y está repleto de edificios históricos del siglo XVIII, tiendas, cafeterías, etc...
- Pasear y disfrutar de Bourbon Street: es la calle más conocida del barrio francés. Sus divertidos y animados bares hacen que recorrer los 13 bloques comprendidos desde Canal Street a Esplanade Avenue sea toda una experiencia. Además hay gente bailando y tocando por toda la calle.
- Frenchmen Street: es una calle que se encuentra muy cerquita de Bourbon Street y que es conocida por los bares con música en directo, restaurantes, galerías de arte y tiendas. Nosotros no tuvimos mucha suerte porque coincidía con el día del orgullo gay y estaba todo demasiado lleno, pero también nos sirvió para vivir más el ambiente de la ciudad. Cenamos en Marigny Brasserie escuchando jazz en directo y paseamos por unos mercadillos que montan en los patios de la calle. ¡Muy divertido!
- Frenchmen Street: es una calle que se encuentra muy cerquita de Bourbon Street y que es conocida por los bares con música en directo, restaurantes, galerías de arte y tiendas. Nosotros no tuvimos mucha suerte porque coincidía con el día del orgullo gay y estaba todo demasiado lleno, pero también nos sirvió para vivir más el ambiente de la ciudad. Cenamos en Marigny Brasserie escuchando jazz en directo y paseamos por unos mercadillos que montan en los patios de la calle. ¡Muy divertido!
- The Warehouse District: es el barrio hipster y de arte de hoy en día. Está lleno de locales de inspiración industrial y museos como el ya comentado The WWII Museum o el de Arte Contemporáneo. Es conocido como el "Soho del Sur" y merece la pena dar un paseo por sus calles.
- Plaza de España: en el dique del río Mississippi se encuentra esta preciosa plaza dedicada por España a Nueva Orleans. Tiene un escudo por cada ciudad española y una fuente para relajarse un rato mientras se ven a escasos metros los barcos de vapor.
- Plaza de España: en el dique del río Mississippi se encuentra esta preciosa plaza dedicada por España a Nueva Orleans. Tiene un escudo por cada ciudad española y una fuente para relajarse un rato mientras se ven a escasos metros los barcos de vapor.
- Barco por el río Mississippi: nosotros no tuvimos tiempo de hacerlo, pero ofrecen paseos en barcos de vapor para ver las preciosas vistas de la ciudad.
- Garden District: es un barrio un poco alejado del centro para pasear y disfrutar con calma. Tiene muchas casas señoriales, un tranvía cuyas vías están cubiertas de césped, un cementerio precioso y vegetación por todas partes.
Dónde y qué comer:
- Cafe du Monde: es de los restaurantes más conocidos de la ciudad, y su plato estrella son los beignets (mezcla entre churros y donuts pero mucho mejor). No nos dio tiempo a ir, pero todo el mundo lo recomendaba.
- Cafe du Monde: es de los restaurantes más conocidos de la ciudad, y su plato estrella son los beignets (mezcla entre churros y donuts pero mucho mejor). No nos dio tiempo a ir, pero todo el mundo lo recomendaba.
- Pat O'briens: en Bourbon St. se encuentra este enorme restaurante con terraza y piano bar. Su bebida famosa es el hurricane y se llena de gente jóven bebiéndola. Nosotros lo probamos y, a pesar de tener bastante alcohol, estaba muy rica. Comimos aquí ese día y pedimos platos típicos de la ciudad: gumbo (caldo a base de arroz, carne y okra), jambajaya (una especie de paella) y crawfish (cangrejo de río). ¡Fue una experiencia muy divertida!
- Po'boys: algo muy típico de Nueva Orleans y de todo el Sur de Estados Unidos en general, es esta especie de bocadillo hecho con barra de pan, lechuga, mayonesa, tomate, repollo y rellenos de gambas u ostras rebozadas. Una buena y sabrosa mezcla ;)
Dónde dormir:
Nos alojamos en el Q&C Hotel. Un hotel de decoración industrial, muy cómodo y perfectamente situado.
Al día siguiente partíamos hasta nuestro segundo destino:
NATCHEZ:
Se sitúa a unas 3 horas al norte de Nueva Orleans y una de las rutas es atravesar el tercer puente más largo del mundo sobre el lago Pontchartrain, hacia Baton Rouge. ¡Es increíble!
Natchez está en el estado de Mississippi, y es un pueblo muy pequeño a orillas del río.
Tiene una zona preciosa de mansiones y el centro alberga tiendas y restaurantes típicos del viejo sur.
Merece mucho la pena pasear bordeando el río por encima del casino y ver el atardecer mientras cenáis en el restaurante Magnolia Grill o algunos de esa calle. ¡La puesta de sol sobre el río es impresionante!
Nos alojamos en el hotel Vue, situado en lo alto de la ciudad y con preciosas vistas.
Al día siguiente visitamos el museo Village of the Natchez Indians (gratuito) y Melrose park (una preciosa finca que te transporta a aquella época gracias a los muebles, los establos y las casas para el servicio perfectamente conservados).
Desde allí, nos dirigimos al siguiente destino:
MEMPHIS:
Esta vez nos tocó conducir 5 horas. Las distancias en EEUU son enormes y las carreteras son muy rectas. Por este motivo los viajes se hacen algo pesados, pero los paisajes son tan bonitos y ves cosas tan curiosas, que merece la pena.
Memphis pertenece al estado de Tennessee y es otra de las ciudades de la música de Estados Unidos.
Aquí se encuentran los estudios Stax, donde grabaron los primeros discos Aretha Franklin, Ray Charles y multitud de artistas muy conocidos. Hoy en día es un divertido museo dedicado a la música.
En esta ciudad nos alojamos dos noches en el hotel Westin, situado en pleno centro. Aquí tuvimos tiempo de descansar un poco y conocer toda la ciudad.
No era la primera vez que íbamos a Tennessee, y Memphis nos recordó mucho a Nashville (aquí podéis ver el post sobre este otro viaje).
Cosas que ver:
- Beale Street: es lo más conocido de la ciudad, y es una calle llena de bares de música y mucho ambiente. Uno de los mejores es B.B.King, donde sirven también comida típica de la zona.
- Casa de Elvis, Graceland: Elvis se mudó a Memphis en su adolescencia y compró una mansión, que hoy en día se puede visitar y que se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos de Estados Unidos. Nosotros no somos muy fans de este cantante y nos parecía muy caro, así que preferimos no visitarlo y hacer otras cosas, pero merece la pena para sus fans.
- Bass Pro Shops: es un centro comercial situado en el antiguo estadio de baloncesto. Está dedicado a los deportes de la zona como la caza y la pesca, y es una pasada ver la cantidad de cosas que venden. Tiene también un hotel, varios restaurantes, y la posibilidad de subir en ascensor a la azotea para ver las vistas 360º del río y la ciudad. Nosotros nos metimos aquí para refugiarnos del calor y alucinamos con el espacio, es una pasada lo que han montado.
- Mud Island River Museum: un museo muy bonito sobre la historia del río y de esta zona del Mississippi. Para llegar hay que coger un monorail sobre el río y tiene una representación a tamaño real de un barco de vapor de la época.
Dónde comer:
En la calle Main Street hay muchos restaurantes más europeos. Nosotros fuimos a Magestic Grille y a The Flight, huyendo un poco de la comida americana y para darnos un pequeño homenaje. Los dos son buenísimos, sobretodo The Flight, que nos encantó.
Al día siguiente tuvimos que ir al aeropuerto para coger un avión rumbo a nuestro último destino de esta parte:
CHICAGO:
Ninguno de los dos habíamos estado en esta ciudad y nos impresionó muchísimo. Por retrasos otra vez en los vuelos, nos quedamos con poco más de un día para conocer la ciudad. Fue una pena porque hay tanto que ver, que no fue suficiente tiempo.
Por instagram (@alecorsan_b4living) nos recomendasteis mil sitios a los que ir (¡muchas gracias!), pero no nos dio tiempo a todo. Aún así, os quiero decir todas las cosas que hay que ver allí, así que lo dejo para el siguiente post :)
- Po'boys: algo muy típico de Nueva Orleans y de todo el Sur de Estados Unidos en general, es esta especie de bocadillo hecho con barra de pan, lechuga, mayonesa, tomate, repollo y rellenos de gambas u ostras rebozadas. Una buena y sabrosa mezcla ;)
Dónde dormir:
Nos alojamos en el Q&C Hotel. Un hotel de decoración industrial, muy cómodo y perfectamente situado.
NATCHEZ:
Se sitúa a unas 3 horas al norte de Nueva Orleans y una de las rutas es atravesar el tercer puente más largo del mundo sobre el lago Pontchartrain, hacia Baton Rouge. ¡Es increíble!
Tiene una zona preciosa de mansiones y el centro alberga tiendas y restaurantes típicos del viejo sur.
Merece mucho la pena pasear bordeando el río por encima del casino y ver el atardecer mientras cenáis en el restaurante Magnolia Grill o algunos de esa calle. ¡La puesta de sol sobre el río es impresionante!
Al día siguiente visitamos el museo Village of the Natchez Indians (gratuito) y Melrose park (una preciosa finca que te transporta a aquella época gracias a los muebles, los establos y las casas para el servicio perfectamente conservados).
MEMPHIS:
Esta vez nos tocó conducir 5 horas. Las distancias en EEUU son enormes y las carreteras son muy rectas. Por este motivo los viajes se hacen algo pesados, pero los paisajes son tan bonitos y ves cosas tan curiosas, que merece la pena.
Memphis pertenece al estado de Tennessee y es otra de las ciudades de la música de Estados Unidos.
En esta ciudad nos alojamos dos noches en el hotel Westin, situado en pleno centro. Aquí tuvimos tiempo de descansar un poco y conocer toda la ciudad.
No era la primera vez que íbamos a Tennessee, y Memphis nos recordó mucho a Nashville (aquí podéis ver el post sobre este otro viaje).
Cosas que ver:
- Beale Street: es lo más conocido de la ciudad, y es una calle llena de bares de música y mucho ambiente. Uno de los mejores es B.B.King, donde sirven también comida típica de la zona.
- Bass Pro Shops: es un centro comercial situado en el antiguo estadio de baloncesto. Está dedicado a los deportes de la zona como la caza y la pesca, y es una pasada ver la cantidad de cosas que venden. Tiene también un hotel, varios restaurantes, y la posibilidad de subir en ascensor a la azotea para ver las vistas 360º del río y la ciudad. Nosotros nos metimos aquí para refugiarnos del calor y alucinamos con el espacio, es una pasada lo que han montado.
- Mud Island River Museum: un museo muy bonito sobre la historia del río y de esta zona del Mississippi. Para llegar hay que coger un monorail sobre el río y tiene una representación a tamaño real de un barco de vapor de la época.
En la calle Main Street hay muchos restaurantes más europeos. Nosotros fuimos a Magestic Grille y a The Flight, huyendo un poco de la comida americana y para darnos un pequeño homenaje. Los dos son buenísimos, sobretodo The Flight, que nos encantó.
CHICAGO:
Ninguno de los dos habíamos estado en esta ciudad y nos impresionó muchísimo. Por retrasos otra vez en los vuelos, nos quedamos con poco más de un día para conocer la ciudad. Fue una pena porque hay tanto que ver, que no fue suficiente tiempo.
Por instagram (@alecorsan_b4living) nos recomendasteis mil sitios a los que ir (¡muchas gracias!), pero no nos dio tiempo a todo. Aún así, os quiero decir todas las cosas que hay que ver allí, así que lo dejo para el siguiente post :)
Espero que os haya gustado y volveré en unos días con el resto del viaje.
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