El otro día, subiendo por el Paseo de la Castellana, vi una cristalera con marco verde-azulado que me llamó mucho la atención. Paso por allí todos los días y sabía que eso no debía llevar ahí mucho tiempo. Apunté el nombre y lo googleé rápidamente al llegar a casa.
Efectivamente, era un restaurante nuevo que tenía que ir a probar. En internet no venía mucha información (o nada), lo cual lo hacía todavía más interesante. El formato de su página web y de su carta me pareció muy original así que decidimos ir la semana pasada en nuestra "cena romántica de los viernes" (sí, yo soy de ese tipo de gente ;) ).
Fuimos prontito y no había nadie. A veces el hecho de que un restaurante esté vacío te genera desconfianza, pero en este caso no era porque no estuviera bueno o porque fuera desagradable, sino porque llevaban solamente 3 semanas abiertos y no está ubicado en un lugar de mucho paso de peatones.
Aun así, nosotros encantados porque disfrutamos solos de nuestra cena y todo el trato amable del dueño y de los camareros fue para nosotros.
El local es precioso. Nos estuvo el dueño que lo había diseñado y hecho todo él solito. ¡Y así de bien le ha quedado!
Tras la cristalera de la calle, hay una puerta automática que da acceso a la planta a pie de calle del restaurante. En ella predomina el suelo de madera, los ladrillos pintados en blanco, el techo industrial y un precioso olivo que da personalidad al espacio.
Subiendo tres pequeños escalones, hay una doble altura con más mesitas y decorada con puertas de madera sobre la pared. Una cristalera a modo de barandilla sirve de apoyo para observar el impresionante jardín vertical que está sobre la escalera y unas preciosas lámparas se suspenden por todas partes.
En cuanto a la comida, su filosofía de "fresh food" lleva los mejores productos del huerto a platos originales y riquísimos. Además hay menús de mediodía que por lo visto triunfan muchísimo por su barra de ensaladas para elegir, ricos desayunos, opción de take-away y afterworks a partir de 6€. ¡Súper completo!
Nosotros nos dejamos aconsejar por ellos y pedimos varias cosas: ensalada fanfan con quinoa, nueces y queso de cabra; el carpaccio de setas con aceite de trufa negra; el lomo de buey 8 costillas; y la tartaleta de frambuesas de postre. ¡Todo buenísimo!
Hay también una planta baja que se alquila para eventos o fiestas privadas. Tiene su propia barra, su propia música y sus propios baños. Hacen menús especiales dependiendo de lo que te quieras gastar y lo cierran sólo para ti. Yo ya lo he fichado para mi cumpleaños ;)
Dirección: Paseo de la Castellana, 122
Tlf: 91 764 80 96
Espero que os guste y que la próxima vez que vaya haya mucha gente allí disfrutando tanto como hicimos nosotros.
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